PILI LA EMPRENDEDORA

Empezar hablar de quién empezó todo esto va a ser, supongo, un poco catártico al fin y al cabo ella es mi madre.

Cuando mi padre, mis hermanos y yo le  regalábamos todos los años ( ya era la gracia) unos guantes de goma para que se cuidara las manos, no nos podíamos imaginar que ella acabaría montando un negocio de manicura. La vida es así, se ríe de nosotros cuando puede. 

Para Pili que las personas se cuiden interior y exteriormente no tiene discusión. Montó algo a raíz de una necesidad, se comía las uñas y lo ligó a su hobby la estética. Hacer un negocio de algo que te gusta es un alza  para que las cosas funcionen te hace tener una actitud hacia al trabajo tan positiva que es imposible no contagiar a los de alrededor y eso, es lo que ha pasado en esta pequeña empresa. Trabajar hay que trabajar duro para que las cosas comiencen y funcionen,  a ella esto del trabajo le viene de madre y lo de emprendedora también y también el trabajar con una sonrisa, no hay vez que no entre quién sea por la puerta de su centro que no le reciba con una sonrisa. Y creo que ese ha sido su éxito, su simpatía, su amabalidad, el derroche de energía contagiosa que tiene y sobre todo a quién pueda echar una mano no se la niega, generosa como pocos.

Y cómo profesional? Es un hacha de las uñas. Pionera en Pamplona de los centros de uñas acrílicas.No va a funcionar le decían, Pamplona es una plaza muy clásica le decían otros... pero ella no se detuvo y el tiempo le dio la razón. Inconformista como pocos no pasó mucho tiempo en subirse al caballo de la micro-pigmentación. Hoy por hoy la "reina de las cejas", sabe captar al minuto cómo las quiere el cliente y dicho y hecho.